Otra noche en la ciudad, otra noche mas que te llaman y te dicen voy para tu casa, y no tenes ganas de cocinar, pero queres quedar bien, queres impactar a quien viene a cenar.
Abris la heladera, manteca, leche, quesos, nada mas, ves en el freezer 2 supremas de pollo, pensás, en pedir delivery, pero justo te acordas que hace poco quedaste barbaro con el Guacamole Mediterraneo, y te viene a la cabeza la idea de comer sano tutto fatto in casa y venis por aca a ver en que te podía dar una mano. Tranquilo, tenes todo para darle una vuelta de rosca a esa pobretona suprema de chicken.
Primero, saca de la heladera la leche, la manteca, y unos cubitos de los quesos que tengas, fontina, dambo, muzzarella, pategras, cualquiera esta bien, no te recomiendo cuartirolo.
Bueno empezemos, corta una cebolla chica, chica, chica, y al sartén con un poco de aceite de oliva (apenas, para que no se queme la manteca) y unos poco de manteca que se haga un fondito mínimo con los 2 ingredientes y allí tiras a que se ablande y dore un poco la cebolla.
Cuando ya tengas al punto que vos consideres la cebolla, le agregas una cucharada de harina al ras, no te zarpes, e integra todo, no te asustes si las cebollas quedan como arenadas, ahora agregale ½ o 1 taza de leche y revolvé con espátula o cuchara de madera.
Es en este momento que tomas una bandeja y con un poco de oliva ponés las supremas al horno.
Volvamos al sartén cuando la preparación empiece a burbujear le agregas, unas vueltas de pimienta de colores, a tu gusto, y un poco de nuez moscada, salás, no te excedas porque recorda que ahora tenes que agregar los cubos de queso y estos tienen bastante sal, incorporá los que quieras, el gourmet sos vos, pero no te excedas no queres comer queso con supremas sino supremas con una sutil salsa de queso, y retira del fuego.
Sacas las supremas, las das vuelta para que se cocine del otro lado y le agregas la salsa de queso del lado dorado y volves al horno hasta que gratine,
Te vas a morder los codos de la explosión de sabor.
De nada me debes 2.